
Cerramos con esta tercera entrega la serie de tres artículos publicados recientemente en la prensa acerca de la posibilidad de un colapso de la civilización tal y como la conocemos. En este trabajo se citan a autores como James Lovelock y a instituciones como la NASA,la ONU o el mismísimo Pentágono. A estas alturas creemos que nadie pone en duda el difícil momento por el que atraviesa la historia de nuestra especie, fruto de sus propias contradicciones y que se traduce en una grave crisis económica (probablemente inducida), de valores, de organización como sociedad, en enfrentamientos entre grupos culturales y religiosos diferentes etc. Y todo ello en el marco de un indudable cambio climático cuyo origen, según unos, hay que buscarlo en la acción del hombre y que, según otros, obedece a un ciclo que se repite de forma periódica y que probablemente ya ha ocurrido en un pasado remoto y cuyo recuerdo nos ha llegado en forma de mitos y leyendas. Posiblemente la humanidad se halle ante una encrucijada. Pero si bien los problemas son graves, tampoco conviene olvidar que no es esta la primera vez que enfrentamos crisis… y las superamos. Y, sobre todo, no perdamos de vista que el mejor modo de tener a una sociedad cautiva y esclavizada es tenerla atemorizada. Y eso “la élite” lo sabe.
Redacción DogmaCero
Las palabras ‘colapso civilizatorio’ comienzan a aparecer con una inusitada frecuencia en los documentos oficiales de agencias de seguridad y organismos internacionales. Primero fue un estudio del Goddard Space Flight Center de la NASA en el que se advertía que la convergencia de las crisis alimentarias, energéticas, económicas (incremento de la desigualdad social) y del agua generará un colapso de la civilización en las próximas décadas. Unas pocas semanas después llegaba a semejantes conclusiones un panel intergubernamental de la ONU formado por 60 científicos y representantes de un centenar de países. Estos días ha sido el turno del Pentágono, que trabaja en la coordinación del “día después” (del colapso).
El informe del departamento de defensa norteamericano, llamado Conop 8888, tiene como objetivo instruir al ejército patrio para garantizar la supervivencia de la humanidad (incluso de las “poblaciones de países tradicionalmente enemigos”). Los autores del documento dibujan un escenario ficticio postapocalíptico, a partir del cual se diseñan diferentes estrategias para salvar a la población.
Las amenazas son diversas, pero el tema elegido para este “ensayo general” son los tan de moda zombis. Una metáfora para emular los retos a los que se deberán hacer frente cuando llegue el denominado “Day After Tomorrow”, como explicó la capitana y portavoz del Comando estratégico, Pamela Kunze, a Foreing Policy, la primera publicación que ha tenido acceso íntegro al documento desclasificado por el Pentágono.
El plan de contingencia para actuar ante un posible colapso de la humanidad consta de 31 páginas y fue diseñado en el año 2011. Desde entonces, un Comando Estratégico del ejército de EEUU se entrena bajo sus directrices en una base situada a las afueras de la ciudad de Omaha (Nebraska). En realidad, y según han informado al canal NBC fuentes cercanas al Pentágono, se trata de una “herramienta de formación” de militares que utilizan un “escenario ficticio” para instruirse en las labores propias de una gran catástrofe planetaria.
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